La mayoría de las grandes compañías españolas son conscientes de la necesidad de avanzar por la senda de la diversidad de género. Muchas de ellas tienen sólidos planes con un análisis numérico exhaustivo que suponen la base para fijar objetivos e iniciar el camino hacia el cambio. Para que estos planes puedan avanzar son necesarios requisitos sin los cuales el camino es mucho más lento y arduo. Sin duda, es de vital importancia el apoyo del equipo directivo de la compañía, como lo es también un business case que ponga claramente de manifiesto que la iniciativa es estratégica para la empresa y un plan de acción detallado que sirva para avanzar paso a paso sin perder de vista en ningún momento los objetivos globales de la compañía.
Sin embargo, con frecuencia se olvida que todo ello requiere de una comunicación alineada y un lenguaje inclusivo. Nuestra forma de hablar, condiciona nuestra forma de pensar y de percibir la información. La comunicación es, por tanto, clave para alcanzar una transformación real.
Muchos son los elementos que forman parte de la comunicación corporativa y que pueden contribuir de manera directa y efectiva a la consecución de la igualdad real entre hombres y mujeres. La empresa, en su rol de agente de cambio social, puede y debe contribuir a la gestación de un nuevo lenguaje dotándose de criterios para su comunicación escrita, oral e iconográfica.
La clave radica en corregir el tradicional enfoque androcéntrico de nuestro lenguaje de manera equilibrada. Es crucial dar visibilidad a las mujeres mostrando su competencia, éxitos y responsabilidades en el ámbito laboral, social y político.
Por otro lado, en la referencia a actividades, proyectos o contenidos relacionados con la familia, el deporte, la formación o el ocio, debemos evitar la utilización de estereotipos. Es imprescindible evitar la subordinación de las mujeres siendo nombradas con cargos o denominaciones masculinizadas o como categoría aparte.
Respecto a la comunicación iconográfica, avanzar en la representación gráfica equilibrada, diversa y plural de ambos géneros.
El entorno corporativo, tiene por tanto una enorme ventana de oportunidad abierta al cambio con capacidad para contribuir a mostrar la realidad desde una óptica distinta.
Al otro lado de la comunicación corporativa tenemos con frecuencia a un receptor de amplia difusión, los medios de comunicación, donde es aún si cabe, más necesario este cambio en el lenguaje por su impacto social, pero donde al igual que en el entorno empresarial el camino por recorrer aún es largo.
Una gestión cercana, transparente y profesional de la comunicación corporativa puede jugar un papel sin duda relevante en el cambio de la actualidad mediática.
